En los últimos meses ha saltado la polémica sobre estos temas de cosmética más natural (no tan dañina y con menos impacto medioambiental), tras filtrarse un vídeo denuncia sobre la experimentación de algunos laboratorios españoles de cosmética en animales. Aunque no vamos a incidir en ello, pues ya sabemos que estas prácticas distan de la apropiada labor que se debería realizar a la hora de testar estos productos; hoy queremos hablaros de la cosmética ecológica, un tipo de cosmética cada vez más presente entre muchas mujeres que desean cuidarse -alejándose de las sustancias químicamente alteradas que componen muchos cosméticos del mercado y que pueden generar ciertas consecuencias- y cuidar de aquello que nos rodea. Además, en pro de esta tendencia, las marcas también evolucionan y se están renovando en este aspecto, utilizando materias primas de mayor calidad, naturales y ecológicas.
Si crees que es importante estar formad@ en materia y conocer las opciones que tienes a tu alcance, en esta nueva entrada de nuestro blog Cuida’t, hoy te informamos sobre la cosmética ecológica y cómo mejorar tu salud y la del planeta, adoptando nuevo hábitos muy sencillos.
¿Qué es la cosmética ecológica?
Los cosméticos ecológicos son todos esos productos que, respetuosos con el medio ambiente, tienen una formulación orgánica, alejada del uso de pesticidas y fertilizantes químicos entre los componentes que se incluyen en su formulación; que velan por ayudarnos a mejorar el estado de nuestra piel con ingredientes naturales.
En los últimos años, como decíamos, ha ido en aumento la preocupación por el cuidado de nuestra piel de forma responsable y consciente, y eso nos ha llevado a dejar de lado los cosméticos convencionales para buscar entre opciones que se fundamenten en estas prácticas.
Por suerte, las compañías de cosmética ecológica también se han “puesto las pilas” y han mejorado su labor y su visibilidad, permitiendo que el mercado pueda acceder a la información de sus productos de forma más clara. Hace unos años, quizás era mucho más complicado diferenciar entre unos productos y otros, y terminar de fiarse de la realidad de marcas que prometían mucho y cumplían poco. Las exigencias de las instituciones por la transparencia, así como las garantías a ofrecer certificación en sus productos de calidad, han ayudado a hacer esa tarea mucho más sencilla.
Componentes 100% naturales
Si analizamos, pero, la composición de cualquier producto de cosmética ecológica observaremos que, en verdad, utilizan un porcentaje mínimo de ingredientes que proceden de la naturaleza. La mayoría de componentes que incluyen derivan de extractos, plantas o aceites. No obstante, lo que les hace distintos y formar parte de una cosmética ecológica real reside en el cultivo de esos ingredientes; en que estos provengan de una agricultura ecológica y responsable.
Hoy en día no hay excusa para que las marcas huyan de esta práctica e introduzcan en sus productos la esencia de la naturaleza en sus creaciones. Sin embargo, son muchas las que todavía prefieren recurrir a ingredientes contaminantes que dañan nuestra piel y, en su proceso creativo, también ocasionan un impacto negativo contra el medio ambiente. ¿Cómo podemos diferenciarlos y elegir productos, realmente, naturales? Cumpliendo con ciertos requisitos estándares que se incluyen dentro de los parámetros del término “cosmética ecológica”:
- Libre de crueldad animal. Es un requisito indispensable que se debe cumplir a lo largo de todo el proceso de fabricación de estos productos. Desde los ingredientes hasta las pruebas de viabilidad, nada debe ser testado en animales.
- Sin fragancias ni colorantes sintéticos.
- En la etiqueta no debemos encontrar ingredientes dañinos para nuestra salud como son los derivados del petróleo (parafinas, PEG, propil -, – alquil-, etc.) o de la silicona.
- Elaborados bajo un proceso ecológico. Es decir, no se han sometido a radiación, por ejemplo.
- Huyen de una composición con ingredientes modificados genéticamente.
- Deben mostrar las certificaciones que acrediten el cumplimiento de la normativa europea (UE).
¡Di sí a la cosmética ecológica!
Son muchos los “ires y venires” de los que se hablan sobre la cosmética ecológica. Que si la calidad de estos -por muy buena que sea- es peor y no alcanza la de los productos convencionales; que si al no incluir fragancias sintéticas no desprenden buen olor, etc. En verdad, son bulos que por nosotros mismos podemos desmentir, fácilmente, probándolos.
Hay infinidad de cosméticos de estas características, tanto para hombres como para mujeres, en el mercado. Simplemente, acude a la zona y marcas donde se encuentran estos productos y presta atención a las etiquetas ecológicas para diferenciar entre ellos; elementos mejores para tu salud y para el porvenir del planeta.