Nunca nos hemos cansado de repetir que no hay peor mal, cuanto a nuestro trabajo se refiere, que no cuidar este aspecto y tener la piel seca. Más allá de como luce, que ya es un factor que no es que sea muy agradable; lo más preocupante es que cuando apreciamos síntomas de ésta es porque nos está alertando y avisando de que está sufriendo y no goza del estado de bienestar saludable que debería. Aquí recae la importancia de tratarla siempre y velar por evitar su aparición.
Ciertamente, existen momentos en los que somos más propensos a tener la piel seca. Suele ocurrir en las épocas más frías del año, ya que durante el verano con la aplicación de las cremas y protectores solares para evitar las quemaduras aportamos esa hidratación necesaria. Ahora que nos encontramos en pleno mes de diciembre y el invierno amenaza en el calendario, no está de más volver a repasar unos trucos muy fáciles para que cuidéis de vuestra piel y podáis verla siempre -sin importar el momento en el que nos encontremos- bonita y cuidada.
Cómo evitar tener la piel seca
A continuación, os detallamos algunos consejos que os ayudarán a velar por la salud de vuestra piel -un must ineludible- y os permitirán poder disfrutar de verla y sentirla como debe.
1. Evita el agua caliente
El agua caliente es un factor adverso para el apropiado cuidado de la piel. Aunque sabemos que no hay nada mejor que meterse bajo la alcachofa, tras un largo y frío día, para recuperar la compostura; lo ideal para mantener la piel es ducharse con agua templada.
Otro punto importante que debemos tener en mente, en este sentido, es que tampoco son recomendables las duchas y baños muy largos. Siempre es mejor una ducha “corta” al día, aunque no os prohibimos PARA NADA hacerlo de vez en cuando. ¡Qué a todxs nos gusta relajarnos!
2. Hidratación
Si eres de esas personas que pone el tiempo como excusa para cuidar de su piel y dedicarle, tan sólo, unos minutos de atención, lo mejor es que aproveches el momento en el que te estás duchando para hidratar tu piel. Hoy en día existen múltiples productos con este fin, que podemos encontrar fácilmente, para hidratar la piel bajo el agua: cremas, jabones especiales, aceites…
Por el contrario, si sí os gusta cuidaros y aplicar todos los cosméticos oportunos para lucir una piel perfecta y bien hidratada, no dudéis en apostar e invertir en buenas cremas hidratantes adaptadas a las necesidades de vuestro tipo de piel (cremas, sérums, lociones, aceites, etc.). Las de urea, por ejemplo, son una maravilla, y -por lo general- cuando aplicamos estos productos de manera consciente y constante, logramos mejores resultados que con los productos de baja calidad que usamos de manera esporádica.
3. Alimentación
Lo que siempre decimos. Somos aquello que comemos. Todo lo que ingiere nuestro cuerpo y se absorbe por dentro, acaba viéndose reflejado por fuera. Intentad aumentar el consumo de vitamina C y antioxidantes que encontramos en la mayoría de frutas y verduras frescas. No olvidéis tomar entre 1,5 y 2 litros de agua al día para mantener el organismo bien hidratado y que pueda cumplir con sus funciones básicas y, evitad todos aquellos alimentos y bebidas que, ya sabemos, no nos hacen bien (comida basura, preparados industriales, bebidas azucaradas…).
4. La piel del rostro
Si debemos tener un cuidado muy delicado con la piel de nuestro cuerpo durante el invierno, sin duda, esa precaución se torna extrema con la piel del rostro. En esta época del año está más expuesta que nunca, ya que, al final, el cuerpo podemos mantenerlo tapado con capas de ropa, pero la cara siempre queda expuesta. Es por eso, por lo que os recomendamos no dejar de lado, especialmente, la rutina facial que corresponda, tanto de día como de noche (seguir usando un protector solar, mimarnos con aceites y cremas hidratantes, aplicar las lociones y sérums oportunos, etc.) y descansar.