Podríamos decir que este tipo de artículos siempre serán fructíferos, porque siempre existe un motivo por el que seguir unas recomendaciones o consejos de belleza: tips para verano, tips para invierno, tips para ir a una boda, tips para ir a un velatorio (sí, creednos, existe mucho contenido al respecto), tips para conquistar, tips para sentirse mejor… Los consejos vinculados al mundo de la belleza siempre son agradecidos y, al final, sirven para determinar que tan útiles son realmente.
Después, entonces, de haber hablado hasta ahora de todo lo relacionado con el calor, el sol, las vacaciones, la playa, etc.; vuelve la temporada de frío y es preciso recordar qué previsiones debemos tener en cuenta para cuidar de nuestra piel en este momento y mantenerla en buenas condiciones, logrando mantener en perfecto estado nuestra apariencia en general. Los efectos generados por el frío pueden ser catastróficos para nuestra imagen, algo que podemos evitar teniendo en cuenta, simples y prácticos consejos.
Consejos de belleza a tener en cuenta cuando llega el frío
1. Hidratación
Un must a lo largo del año, pero especialmente ahora, pues el frío reseca la piel con mucha facilidad. Aplicar los productos oportunos al rostro –especialmente, porque es la zona más expuesta- y al cuerpo para mantener la piel en condiciones óptimas, pero también, ingerir el agua y los nutrientes necesarios, a partir de alimentos y vitaminas, para que el efecto no sólo se perciba desde el exterior, sino empezando por el interior.
2. Exfoliación
Cierto es que, en este momento, la piel se sentirá más sensible y delicada, pero es una rutina que no debemos perder. Ya sabéis que exfoliar es un paso esencial que ayuda a eliminar células muertas y estimula la regeneración de nuevas. No dejéis de lado este paso fundamental en el cuidado de la piel (facial y corporal) y, si es preciso, realizad la rutina usando productos menos agresivos a los que podíais estar utilizando hasta ahora.
3. Productos limpiadores
Es importante evitar -en tiempos fríos- el uso de jabones o espumas convencionales y optar por productos que incluyan agentes hidratantes y multifuncionales que ejerzan la misma función sin resecar la piel.
4. Mascarillas faciales
El aporte extra de hidratación que necesita tu piel. Las mascarillas con nutrientes esenciales son ideales y tienen un doble efecto: por un lado, hidratan y alejan el miedo a que la piel se reseque. Por otro, la calefacción, aunque no lo parezca, es también una amenaza para ésta, pues el calor que emana de estos aparatos tiende a estresarla. Elegid mascarillas con efecto relajante, para mitigar ese resultado.
5. Atención al cuerpo
Decíamos que, lógicamente, es la zona del rostro la que mayor riesgo corre en estos tiempos, de verse afectada por las consecuencias del frío. No obstante, no debemos olvidar que aunque el resto del cuerpo se encuentre menos expuesto y “protegido” por la ropa, también tenemos que cuidar de él. Las piernas, por ejemplo, deben mimarse especialmente en invierno porque la resequedad se hace latente. La ropa evita que el frío ataque directamente sobre la piel, pero, contrariamente, comprime la piel (a diferencia del verano, cuando la escasez de ropa permite que todo vaya mucho más suelto) y dificulta, así su apropiada circulación.
Otro truco para no perder la costumbre en aquellas chicas que la llevéis a cabo, es realizar la depilación de forma continua y no olvidarla durante tantos meses, acompañada de las exfoliaciones regulares que os recomendábamos antes.
6. Manos y pies
Más las manos que los pies que, como en la analogía anterior entre la cara y el cuerpo, se ven más expuestas a las condiciones climáticas adversas. La resequedad en esta parte del cuerpo es notoria en estos meses de frío, así que la regla inviolable es mantener todo bien hidratado, aplicando crema un par de veces al día.
7. Mantener el bronceado
Todos pasamos por la debacle de ver como después de lograr un tono dorado muy apuesto, volvemos al blanco nuclear más pálido que existe (o eso nos parece). Si queréis seguir sintiéndoos atractivas y mantener el bronceado, podéis acudir a un centro donde os apliquen rayos UVA artificiales, o usar cosméticos especializados con autobronceado los cuales, además, os darán color y seguirán manteniendo bien hidratada vuestra piel.
8. Pelo
Quizás se aleja un poco de nuestra especialidad como expertas en el cuidado de la piel, pero ya que estamos haciendo un repaso a partes de nuestro organismo que se ven afectadas por el frío y, con ello, repercuten en la imagen del sector de la belleza que tratamos; no podíamos olvidar de mencionar el cabello. Es una zona fundamental de nuestra apariencia que sufre, de igual forma, los estragos del frío y la humedad típicos del invierno. Es normal que durante esta época pierda un poco de brillo y las puntas se quiebren con mayor facilidad. Aplicad mascarillas que lo protejan una vez por semana y, si conviene, cambiad el champú que utilizáis por uno que tenga nutrientes con efectos más profundos.