La piel pierde nutrientes vitales debido a la genética, la exposición a la luz solar, una alimentación no saludable, los cambios hormonales, una circulación deficiente, por el paso del tiempo, etc. Estos factores nos llevan a una pérdida de hidratación, de elasticidad de la piel, de firmeza del tejido y líneas de expresión marcadas. Esto se debe a que las células ya no tienen la misma capacidad de regeneración.
Se sucede una oxidación de la piel, debida entre otras causas a los radicales libres, que dañan las proteínas que forman los tejidos de la piel, el colágeno y la elastina; factores imprescindibles para que la piel se vea joven y tersa, y que hacen aparecer estos pequeños defectos en la piel como la flacidez, las manchas o las arrugas.
La mesoterapia virtual es una alternativa a la mesoterapia propiamente dicha que no requiere el uso de agujas. También se produce una conducción transdérmica –absorción gradual a través de la piel– de un producto activo, pero esta vez sin utilizar inyecciones mediante diferentes sistemas para hacer penetrar las sustancias en el cuerpo, como la electroporación.
Ésta, o también denominada electropermeabilización, consigue alterar de forma transitoria la permeabilidad de la piel, siguiendo un sistema menos invasivo, que permite la penetración de los principios activos. Es aconsejable al menos darse unas seis sesiones, con una frecuencia de dos semanales, o hasta tres en tratamientos intensivos. Las sustancias normalmente utilizadas son aminoácidos, vitaminas, coenzima Q10 y ácido hialurónico.