Además de los tratamientos para nuestro cuerpo y el cuidado de la piel, en Cuida’t Sabadell sabemos la importancia que tiene la alimentación en nuestro organismo. Por ello, somos especialistas en dietética y nutrición, y nos dedicamos a ofrecer un servicio acorde para mejorar la alimentación de todas aquellas personas que así lo precisen. Gracias a esos conocimientos, sabemos muchos de los beneficios que ciertos consumibles aportan a nuestro día a día. No sólo a la hora de ingerirlos, sino en su aplicación como remedios caseros, que siempre resultan muy útiles.
En el post de hoy, queremos hablaros del jengibre, una planta proveniente de Asia de la familia de las zingiberáceas, cuyo tallo subterráneo es un rizoma muy apreciado por su aroma y sabor picante. El jengibre posee numerosos beneficios y es ya mundialmente famoso, por formar parte de dietas y tratamientos muy efectivos, gracias a que sus características le dan propiedades analgésicas y antibacterianas, entre otras.
Propiedades del jengibre
Este alimento puede consumirse de varias formas: seco, en polvo o en aceite, por ejemplo. Una de las más extendidas de consumo, más tratándose de hacerlo en casa, es incluirlo en el té. Gracias a las propiedades que ofrece, el jengibre nos permite aliviar diferentes dolencias de nuestro organismo y paliar algunas de ellas, así como beneficiarnos en otros aspectos que os detallamos, a continuación:
-Náuseas y vómitos: el jengibre es de gran ayuda para todas aquellas personas que sufren de estas dos sintomatologías, especialmente, en las náuseas matutinas de mujeres embarazadas, y en los vómitos que se producen tras postoperatorios, o en personas que los sufren a causa de tratamientos como la quimioterapia.
-Azúcar en sangre: la ingestión del té de jengibre ayuda a bajar el nivel de azúcar en sangre.
-Acabar con el mal aliento: Una de las sustancias esenciales del jengibre, el gingerol, que es la que le otorga su sabor; tiene la particularidad de estimular una enzima en la boca que descompone las sustancias que causan el mal aliento, por ello es una gran aliada, especialmente, si sufrimos halitosis.
-Picaduras y quemaduras: uno de los remedios caseros más populares a nivel doméstico es el uso del jugo del jengibre, aplicado en paños o compresas sobre la piel, tras sufrir alguna quemadura leve o en las picaduras de insectos. Como decíamos anteriormente, gracias a las propiedades analgésicas que tiene, genera un efecto calmante y refrescante que alivia las molestias ocasionadas por estas afecciones.
-Dolores estomacales: después de esas copiosas comidas que nos hacen sentir mal, acidez de estómago, digestión pesada… Un buen remedio que podéis preparar en forma de brebaje para aliviar esas molestias es pelar jengibre fresco, procesarlo con un poco de agua, colar el líquido y tomaros el resultado: jugo de jengibre, al que podéis agregar una cucharadita de miel.