Es muy importante saber, que el mejor aliado para nuestra piel es conocerla. Con ello se logra saber cómo realizar los cuidados que debemos hacerle y las rutinas a seguir, lo cual es muy fácil; solo consiste en observarla y si cumple con las características que se mencionaran a continuación ya sabrás cuál es tu tipo de piel:
Piel seca o con tendencia a sequedad
Este tipo de piel es opaca, sin brillo, se siente tirante. En ella se observan arrugas que se marcan en el contorno de los ojos, en la frente y en el entrecejo. También se observan pocos puntos negros o granitos. Al tomar sol, solo se quema en las partes sensibles como lo son: la nariz, el contorno de ojos incluso las orejas y los labios.
Cuando hace frio y el ambiente esta seco aparecen rojeces, picores y con cambios de temperatura, se ve y se siente áspera. La piel blanca puede verse rojiza y la morena grisácea. También puede presentar descamación de leve a moderada. Esta piel se siente y luce opaca, sin vida, carece de elasticidad ; es una piel con poca o escasa hidratación.
Piel mixta:
su característica principal radica en que presenta partes o zonas secas y también zonas grasas; muy generalmente grasa en la zona T y seca en el resto del rostro por ello se puede observar que presenta brillo en la frente, nariz, y barbilla sitios en los que salen puntos negros y granitos, en este tipo de piel las arrugas se marcan más en las llamadas patas de gallo ( arruguitas junto a los ojos), al tomar el sol se broncean progresivamente, los picores o rojeces aparecen alguna vez.
Piel grasa o acneica:
cuando nos encontramos con una persona con piel grasa mucho o exceso brillo o sebo en casi toda la cara y muy a menudo tiende a la descamación, en la piel grasa no se aprecian muchas arrugas, los granitos y espinillas salen en los sitios más inesperados incluso en el escote, al tomar el sol poco se queman, los picores y rojeces aparecen a veces. Estas pieles tienen mucha tendencia a que se le dilaten los poros en los que acumulan suciedad lo que hace que por lo general aparezcan brotes de acné presenta una textura gruesa y rigurosa.
Piel sensible, frágil y delicada:
se pone brillante solo cuando hace mucho calor, no presenta puntos negros solo granitos en forma de puntos rojos, la piel se enrojece muy a menudo y sobre todo cuando se está nervioso, las arrugas se marcan mucho más en el surco nasogeniano, al tomar el sol se quema y se debe tener cuidados extremos.
Piel normal:
se puede decir que es una piel perfecta ya que presenta textura suave de apariencia aterciopelada, no es brillante, sin asperezas suave y lisa, no presenta granitos, sus poros son finos lo que hace que no acumula suciedad y no presente acné ni puntos negros.
Al identificar cual tipo piel tenemos, podemos tomar las mejores decisiones a la hora de utilizar determinados cosméticos, y a su vez, si el caso lo amerita, consultar con el especialista y seguir sus indicaciones nos llevara a lucir una piel sana y radiante; Razón por la cual es indispensable conocer nuestra piel.