Pocas son las personas que saben denominarla como tal y muchas las que la padecen. Especialmente en esta época del año, durante los cambios de estación y ahora en invierno, cuando notamos que tenemos la piel sensible, reactiva y alterada, y ésta se seca, se siente tirante y causa molestias de todo tipo. Un problema que puede llegar a convertirse en un contratiempo muy serio.
La xerosis es, según la definición estipulada, la sequedad extrema que experimenta la piel por falta de hidratación, que puede tener su origen en diversas causas: factores externos como la climatología, falta de humedad, consumo de algunos medicamentos que puedan ocasionarla, como consecuencia de otras enfermedades (diabetes, dermatitis, psoriasis…), etc.
Cuando aparece esta enfermedad y su evolución en el rostro es visible, la piel luce rugosa, con un tono irregular, pueden surgir hiperpigmentaciones y, generalmente, presenta descamaciones que pueden llegar a ser dolorosas. Esto sucede porque la piel de la cara pierde toda su capacidad de ajustar de forma autónoma la cantidad de agua que retiene en las capas externas. Llegados a este punto, es importante tratar la xerosis y acudir a un especialista, pero hoy, desde esta nueva entrada en nuestro blog Cuida’t Sabadell, queremos ofreceros unos pequeños consejos y recomendaciones para prevenirla y aliviarla en caso de notar estos efectos en nuestro rostro. Sencillos pasos que podemos incluir en nuestra rutina diaria para mejorar el aspecto de ésta y evitar su aparición.
Medidas para lidiar con la xerosis
Algunos puntos que debemos tener en cuenta son los siguientes:
- Duchas cortas
Las duchas largas, sobre todo con agua muy caliente, afectan sobremanera la piel de nuestro rostro. Intentad hacerlas cortas y con agua templada, utilizando geles sin jabón o aceites de ducha que la limpien sin agredir su manto hidrolipídico. También es importante secarla con una toalla suave -de algodón a ser posible- y a toquecitos.
- Utilizar productos específicos
El uso de productos especiales para tratar la xerosis permite focalizar nuestro empeño en acabar con ella. Otra cosa a tener en cuenta es la constancia. Para garantizar su efectividad es importante utilizar un tratamiento y seguirlo como es debido, no sólo dejándolo tras los primeros resultados, sino aplicándolo de forma preventiva, pudiendo espaciar su aplicación, pero no abandonándolo por completo.
- El poder de la fibra natural
Aunque no es de las zonas del cuerpo que mayor animadversión puede presentar, ciertamente, hay fibras -como la seda o el algodón- que permiten una mejor transpiración de la piel y, por lo tanto, le producen menos irritaciones. Todas aquellas personas que sufrimos este tipo de patologías es muy recomendable usar siempre prendas elaboradas con estos materiales y evitar, en la medida de lo posible, las fibras sintéticas.
- Ambientes muy secos
Climas muy secos o, ahora que llega el invierno y abusamos -a veces- del uso de la calefacción, es importante recordar que todo ello puede empeorar la xerosis. La sequedad y los cambios bruscos de temperatura no son buenos para trata de mejorar, así que os recomendamos utilizar humidificadores -dentro de los espacios que podamos controlar- y evitar salir si el clima exterior es muy seco.
- La importancia de una buena alimentación
El cuerpo toma lo que necesita de todo aquello que ingerimos. Una dieta rica en frutas y verduras frescas, proteínas de origen vegetal y beber mucha agua es ideal para ofrecerle el aporte de nutrientes que necesita para mantenernos saludable, tanto por dentro como por fuera. Evitad los productos ultraprocesados, alimentos y bebidas azucaradas, así como el consumo de alcohol y el tabaco.