Ya hemos tratado el tema de los probióticos con anterioridad en nuestro blog Cuida’t. Podéis saber más acerca de ellos en nuestra entrada al respecto: ¿Qué son los probióticos? ¿Y los prebióticos? Pero para refrescaros la memoria, os recordaremos que los probióticos son microorganismos vivos y levaduras que ayudan a mejorar la salud digestiva y el sistema inmunológico, que se encuentran en la formulación de algunos alimentos específicos, y que, de forma natural, existen también en los intestinos, desempeñando la función de descomponer otros componentes alimenticios, ayudando en la absorción de nutrientes y combatiendo bacterias dañinas que pueden causar distintas enfermedades.
Cada vez más, éstos se incluyen en nuestra alimentación mediante el consumo de alimentos como el yogur, el kimchi, la kombucha, el kéfir o el chucrut. Y, realmente, su presencia es necesaria para garantizar todos estos procesos que mencionábamos anteriormente. El problema aparece cuando su consumo excede de las cantidades recomendadas y se abusa de ello. Como todo, pasarse de la raya tiene consecuencias, y los probióticos no son una excepción. Por ello, os contamos cuáles son las señales más comunes que nos advierten de que estamos tomando demasiados probióticos y algunas medidas preventivas para reducir su presencia y equilibrar el ritmo y flujo natural de nuestro organismo.
Hinchazón abdominal y gases
La hinchazón es uno de los efectos secundarios más comunes cuando se sucede un abuso de probióticos. El abdomen se llena de aire -o gas- que produce esa sensación de plenitud exagerada (el típico momento de falsa ilusión de sentirnos como embarazad@s), pero que sin, lógicamente, ser esa la razón, puede provocar dolor y molestia.
En la digestión es muy normal producir gases de manera natural, que devienen necesarios para combatir el aire que ingerimos al comer, por ejemplo, o para frenar las bacterias del colon. Conforme todos los seres que conviven en el intestino digieren los alimentos, el gas se libera.
Cuando son productos probióticos los que ingerimos, aportamos a nuestro cuerpo un mayor número de bacterias positivas digestivas, algo que en exceso causa un aumento del gas presente.
Diarrea
Cualquier exceso que desequilibre la flora intestinal regular puede provocar problemas intestinales y digestivos. Los más comunes son las náuseas, el dolor abdominal o la diarrea.
En el caso de la afectación por culpa de los probióticos, lo más normal es que su consumo desproporcionado irrite el intestino y provoque la aparición de cuadros de diarrea. Contradictoriamente, los probióticos son beneficiosos y recomendables para reducir la duración de ésta, pero lo que decíamos antes, en su medida justa.
Reducir el impacto de un exceso de probióticos
Lo más lógico, ante la experimentación de estos síntomas causados por tomar probióticos, suele solventarse con la disminución de las dosis de alimentos o suplementos con estos componentes, para regularizar el flujo natural y mantener a raya esas molestias y efectos secundarios.
Su papel en nuestro organismo requiere de un tiempo de asentamiento. Incluso iniciarse en la presencia de este tipo de microorganismos, exige preparación para asimilar la inclusión de nuevas bacterias beneficiosas, pero que hasta el momento no formaban parte de un proceso, de por sí, natural. Por ello, a veces los primeros días, o en esos ajustes tras excesos de probióticos, la flora intestinal necesita equilibrarse y establecer de nuevo el orden, para que desaparezcan síntomas como los mencionados.
Sed pacientes. Con tiempo y medida, todo vuelve a su cauce. Y no olvidéis de manteneros bien hidratad@s para evitar cualquier tipo de deshidratación, especialmente, en caso de sufrir diarreas.
Si necesitáis más información acerca de este tipo de alimentos, u os preocupan algunos de los síntomas que hemos descrito, porque creéis estar sufriéndolos; no dudéis en consultar a nuestras especialistas en Educación nutricional. Podemos ayudaros a encontrar ese equilibrio en vuestra alimentación que os permita desarrollar vuestra rutina sin ningún inconveniente, y proporcionaros la guía o productos y suplementos (como los de Bio España) que os ayudan a reemitir las consecuencias negativas de unos malos hábitos.