Hay días en los que tenemos muy claro con que pie nos hemos levantado. Por increíble que parezca, ese simple gesto -apoyar uno u otro- nada más despertarnos, marca el porvenir de todo un día. Así, parece que empezar bien cada mañana es razón sine qua non para alargar esa actitud el resto de la jornada.
Adquirir unos hábitos saludables y positivos al despertarnos, puede influir directamente en ello. Llevar a cabo una rutina de cuidados que nos aporten bienestar nos hará afrontar la jornada con más fuerza y mejor humor. No tiene que ser nada complicado, ni un esfuerzo que implique grandes cambios en nuestra tradición mañanera, pero sí hay aspectos que podemos incluir fácilmente que nos harán sentir bien por fuera y por dentro, y empezar el día con ganas.
Trucos para disfrutar de un buen día
- Nada de pereza
El sonido de la alarma se ha convertido en uno de los más irritantes para la mayoría de la población mundial. Aunque así sea, cuando suene, evitad posponerla una y otra vez hasta ese momento imperdonable en el que tenemos el tiempo justo para vestirnos y salir por la puerta. Calculad una hora prudente para despertaros y tener tiempo suficiente de hacer vuestra rutina completa con tranquilidad. A lo mejor os dais cuenta que eso sólo supone diez minutos menos, los mismos que lleváis aplazando lo inevitable. Asumir eso, desperezarse y sonreír, para lograr que el primer pensamiento del día sea positivo, puede marcar la diferencia en el transcurso del día.
- Ducha de buena mañana
No hay nada como comenzar la jornada bien despiertos y enérgicos. Para ello, intentad ducharos siempre por las mañanas, a poder ser, con agua templada en lugar de caliente, más ahora que el buen tiempo ya permite dar un respiro a la calefacción. El agua fresca tiene grandes beneficios: ayuda a cerrar los poros de la piel, por lo que ésta se mostrará más firme; mejora la circulación sanguínea, y para los más perezosos, ¡nos despertará de golpe!
- Hidrátate
Siguiendo los pasos, tras una buena ducha mañanera, antes de vestiros, hidratad bien vuestra piel con el aceite o crema adecuado. Nutrirla y darle un aspecto saludable os dará ese aporte externo -e interno- que os hará sentir mejor con vosotros mismos.
- Rostro: el espejo del alma
El primer impacto que causamos en los demás se transmite a través del contacto visual entre rostros. Lucir una cara limpia, fresca e iluminada (además de con una sonrisa y actitud positiva) es otro truco infalible para empezar con buen pie el día.
Limpiad vuestro rostro con productos faciales específicos: tónicos, aguas termales, bálsamos, etc. Tras la limpieza, aplicad la hidratación necesaria. El siguiente paso ya depende de si sois hombre o mujer y necesitáis unos minutos más para retocar y realzar con maquillaje la belleza natural que ya os define.
- El desayuno de los campeones
Finalmente, y como último paso para una rutina saludable para empezar bien el día, no debemos olvidar desayunar antes de salir de casa. Este paso es imprescindible. El desayuno es la comida más importante del día pues nos permite afrontar todo lo que venga por delante, tras varias horas de descanso absoluto, por lo que nos tiene que reactivar enérgicamente. Si os motiva, además de preparar alimentos que llamen vuestra atención de buena mañana, disfrutad de ese momento, es vuestro exclusivamente. Regalaros esos instantes antes de salir por la puerta y pensar en todo lo que vendrá.
Si hacéis de estos pasos vuestra rutina cada mañana, veréis como cambia la forma en la que, al final del día, hacéis balance del transcurso de éste. Disfrutaréis de mayor energía y vitalidad, y seguiréis cooperando con la consecución de una vida saludable plena. ¿Todavía no la habéis puesto en práctica? Intentadlo durante unas semanas y decidnos qué tal os ha sentado el cambio. Nos vemos pronto chic@s 😉