La afección al invierno es muy dispar. Estación de contrastes, suele ser una época que, o nos encanta o la odiamos; no existe un término medio. Inevitablemente, cuando llegamos a estas alturas del calendario, el frío es un ineludible compañero con el que nos toca convivir a lo largo de los meses que dura, y la única forma de combatirlo es abrigándose bien y tomar alimentos y bebidas que calienten nuestro organismo de modo interno. Pero, aún y así, existen consecuencias por la exposición a temperaturas extremas que afectan a nuestra salud. Por ello, hoy, desde esta nueva entrada en nuestro blog Cuida’t, nos preguntamos: ¿qué efectos tiene el frío en nuestra salud?
Las consecuencias del invierno en nuestro organismo
Uno de los efectos del frío en la salud es el aumento de las probabilidades de sufrir un infarto. Precisamente, en esta época del año, aumenta hasta un 20% la posibilidad de padecerlo, ya que ante el achaque del frío el organismo, como mecanismo de defensa, contrae los vasos sanguíneos para conservar más el calor necesario, de modo que aumenta el riesgo de obstrucción y, por consiguiente, que de ésta se derive un paro cardíaco.
Otro tanto de las consecuencias del frío en la salud es el aumento de enfermedades, causado por la bajada de las defensas del sistema inmunológico. ¿Quién no se resfría en invierno? Y no hablemos de las campañas de prevención de gripe y otras dolencias del tiempo. El frío debilita las defensas de nuestro organismo, de forma que los virus ven una oportunidad única ante la caída de todas nuestras barreras de protección.
Depresión estacional y ganas de no hacer nada
Como decíamos, no todas las personas se toman con el mismo humor la llegada del invierno. Hay personas a las cuales el frío les afecta de manera negativa a nivel psicológico. Es en ese punto en el que se suceden los cuadros de depresión estacional. Días encapotados, grises, más cortos, lluviosos, fríos; paisajes desoladores, árboles sin hojas… Todo ello contribuye a generar ese estado de pesadumbre en el que no nos apetece hacer nada y perdemos la motivación y el interés por cualquier actividad. Caer en las redes de esta “enfermedad” depende del carácter y de la actitud de cada uno para hacerle frente a la situación.
No todo es negativo
Del mismo modo que encontramos algunas contraindicaciones al invierno, existen ventajas que os ayudarán a verlo con otros ojos. Por ejemplo, gracias al frío exterior adaptamos nuestros hogares a la temperatura idónea, hecho que nos permite descansar correctamente, bajo el cobijo de sábanas y edredones, y no resulte tan molesto como en el verano.
Otra ventaja la encontramos a la hora de practicar deporte, pues las temperaturas más bajas favorecen la propensión a querer realizar actividad física, al contrario de lo que ocurre en verano, cuando las bochornosas temperaturas restan ganas llegado el momento de desarrollar cualquier actividad física.
Y un último beneficio, éste más ligado a sus efectos en nuestra salud física palpable, es la reducción de la hinchazón general del cuerpo. Eso es especialmente bueno para aquellas personas que sufren problemas como piernas cansadas e hinchadas, pues el frío mejora la circulación; una sesión de crioterapia natural, muy saludable.
El frío, así como el calor, hacen mella en nuestro cuerpo, afectando a nuestra salud. En Cuida’t os proponemos maneras de eliminar algunas de las consecuencias negativas que van ligadas a este y, también, potenciar algunos de los beneficios con nuestros tratamientos especiales durante esta época del año. No dejéis de cuidaros, abrigaros bien y visitarnos para prevenir el frío y todos sus efectos en la salud de nuestro organismo.