Aunque debería ser una tarea diaria y que tendríamos que efectuar durante todo el año, sí que es cierto que con la llegada del calor y esas ganas de mostrar nuestro cuerpo con ropa favorecedora y un bronceado bonito; la importancia de lucir una piel acorde, es primordial. Disfrutar de ella como merece es un trabajo interno y externo. Una debida alimentación, hacer ejercicio regularmente… nos ayuda en la tarea, pero si queréis un consejo que podéis llevar a cabo en casa, sin tener que decir no a algún antojo o sacrificar la siesta por sudar en el gimnasio; hoy desde esta nueva entrada en el blog, Cuida’t, os hablamos sobre la exfoliación corporal y cómo debéis incorporarla a vuestra vida para que forma parte de vuestra rutina de belleza completa.
Y es que la exfoliación corporal es un paso muy importante para mejorar el estado y la salud de la piel. Lucir una dermis sin vitalidad, apagada o con pequeños defectos, pone en entredicho el cuidado que hacemos de ésta a lo largo del año, y no deja de suponer una barrera para querer ocultar algo que, con los debidos mimos, nos hará radiar estupendas próximamente.
La importancia de la exfoliación corporal
Las células de nuestro cuerpo necesitan un pequeño empujón para seguir su camino y regenerarse. Cuando en la piel persisten los restos de células muertas, éstas no hacen más que entorpecer la marcha de las células nuevas y, por consiguiente, pueden irritarla, mostrarla apagada, manchada, reseca, sin vitalidad… Para mantenerla sana, es muy importante colaborar en ese proceso y eliminar las células muertas que se resisten. ¿Cómo? Exfoliándola para contribuir a lucir una piel sana, suave, tersa, en un único tono y luminosa. Además, la favorecemos al permitir una mayor oxigenación y estimulamos la regeneración celular, que permite una mejor absorción de los nutrientes y principios activos de los productos que utilizamos para el cuidado de la piel.
Para mantener una correcta exfoliación corporal, os recomendamos, según el tipo de piel que tengáis, hacerlo una vez por semana o cada quince días. Es importante, también, utilizar un exfoliante con componentes hidratantes que no irrite nuestra piel, con propiedades hipoalergénicas.
Pautas para exfoliar la piel correctamente
Lo primero que debemos tener presente es que los exfoliantes específicos para el cuerpo, son, como bien indican, únicamente para el cuerpo. Los productos para exfoliar el rostro son concretos y específicos para esa zona del cuerpo, más delicada que el resto de la piel, por ello, evitad aplicároslo en esa parte de vuestra anatomía.
Os recomendamos, además, llevar a cabo la exfoliación en la ducha, de esta manera podéis aprovechar las ventajas del vapor del agua caliente para abrir los poros y que el exfoliante ejerza mayor poder. Lo ideal es aplicar el producto realizando suaves masajes circulares en orden ascendente. Y una vez terminada la rutina exfoliante, no olvidéis el paso esencial sin el que no tendría sentido todo lo demás: la hidratación. Hidratar la piel con aceites vegetales o cremas nutritivas al finalizar, será la guinda perfecta para lucir una piel estupenda.
Incluir esta rutina en vuestro día a día, os ayudará en la mejora del estado de vuestra piel de una forma muy evidente. En poco tiempo notaréis los efectos de esos mimos y disfrutaréis, como merecéis, de una piel luminosa y vital, más ahora que nos encontramos a las puertas del verano y debemos prestar mayor atención a ella, no sólo por el gusto de vernos bien, sino por su influencia en nuestro bienestar ante la amenaza de los rayos UVA.