Las mascarillas caseras se han hecho muy populares en los últimos tiempos. Disfrutar en casa de una sesión para nosotr@s y, además, sacar provecho a los beneficios que éstas nos aportan es todo un lujo. Entre las mascarillas más de moda se encuentra la mascarilla negra. Negra porque utiliza concentrados del carbón, del que toma el tono, claramente, oscuro. Se trata de un producto hecho cosmético, que es capaz de eliminar espinillas y puntos negros.
Como sabemos lo importante que es vernos y sentirnos bien, queremos contaros hoy, en esta nueva entrada en nuestro blog, Cuida’t, cómo hacerla en casa, y llevar a cabo vuestra propia rutina de belleza, con la mayor comodidad, al mejor precio.
Beneficios de la mascarilla negra
Decíamos que la famosa mascarilla negra, se utiliza para eliminar las impurezas de la piel, especialmente, espinillas y puntos negros. Cuando se acumulan suciedad y grasa en el rostro, se produce una obstrucción en los poros y, como consecuencia, tienen lugar esas antiestéticas manifestaciones. Generalmente, solemos encontrarlas en la denominada zona “T” (frente, nariz y barbilla), aunque pueden aparecer en cualquier rincón de nuestra cara. Hacer un uso periódico de esta mascarilla negra os ayudará a mantener la piel mucho más limpia y veréis como luce saludable y libre de impurezas.
Darle a nuestro cutis un aspecto impecable, es cómodo y sencillo con la mascarilla negra, más si podemos realizarla en casa con ingredientes 100% naturales, libre de componentes químicos que pueden incluir algunos productos cosméticos, y que podrían resultar perjudiciales para vuestra salud.
¿Cómo hacer tu propia mascarilla en casa?
Para preparar vuestra propia mascarilla negra casera, sólo necesitáis gelatina en polvo, cápsulas de carbón activado y leche. Con estos simples ingredientes podréis obtener esa eficaz pasta negra que dejará vuestro cutis limpio y sin puntos negros ni otras impurezas. Y recordad, siempre, que antes de empezar es importante haber hecho una limpieza previa de la cara para eliminar los restos de grasa y suciedad que permanezcan en ella.
A continuación, os dejamos con los pasos que tenéis que seguir para hacer la mascarilla.
- En un pequeño recipiente de cristal añadid un sobre de gelatina en polvo y tres cucharadas de leche. Mezcladlo bien hasta obtener una pasta, más o menos, homogénea.
- Colocad el recipiente en el microondas alrededor de 15 segundos. Ese es el truco para prevenir los grumos y conseguir esa homogeneidad que queremos para la pasta.
- Vertemos el polvo de tres cápsulas de carbón activado y continuamos removiendo la mezcla hasta que desaparezcan los grumos. Os recomendamos ir añadiendo las cápsulas poco a poco, y no dejar de remover el contenido.
- Introducid de nuevo el recipiente en el microondas. Dejad que se enfríe y ya podéis aplicarlo sobre vuestro rostro, utilizando un pincel.
Dejad reposar la mezcla unos 25 minutos sobre la cara, aproximadamente, y esperad hasta que se seque. Cuando esté completamente seca, podréis tirar, suavemente, de uno de los extremos y retirarla con facilidad. Al acabar, limpiaros de nuevo la cara con agua templada para eliminar los restos que puedan permanecer, ¡y list@s!