Dormir mejor, para rendir mejor
El sueño es una parte fundamental para nuestro buen funcionamiento y no hay que tomárselo en broma puesto que, las graves alteraciones en el mismo, conducen a estados psicóticos y de locura. Pero no sólo afecta a la parte mental de nuestro cuerpo: el hecho de ir perdiendo horas de sueño durante una temporada prolongada de tiempo, aumenta el riesgo de padecer enfermedades del corazón y del sistema nervioso a medio plazo.
¿Es realmente importante cuidar el sueño?
Las horas medias de sueño de un adulto se bareman entre siete y nueve diarias. ¿Son realmente necesarias? La respuesta es SÍ. Los principales sistemas del cuerpo están diseñados para funcionar en base a los ciclos que tenemos de sueño y vigilia; por lo tanto, una alteración negativa en cualquiera de ellos provocará consecuencias notorias y no satisfactorias en la salud.
El sueño también afecta a la memoria y al aprendizaje, e incluso a las hormonas que controlan el apetito. Así que la privación del sueño no sólo te hará sentir cansado o de mal humor; sino que, también, puede suponernos que nos sea más difícil recordar las cosas, e incluso puede contribuir al aumento de peso. Otro dato que impacta es que las personas que, normalmente, duermen una media de cinco horas o menos diarias, tienden a acumular más calcio en sus arterias coronarias que los que duermen más; y esto, no es nada bueno.
Claves para dormir mejor
Todos sabemos que no todo es cuestión de cantidad, pero en este caso, podríamos hacer una excepción. Pero, también, se suma el hecho de dormir mejor; son correlativos ya que, si uno aumenta, el otro también. No se puede hablar de calidad del sueño, por ejemplo, si cumplimos con todos los aspectos menos con el requisito principal de dormir más de 7 horas.
A continuación, os enumeramos una serie de buenas conductas para dormir mejor (por así decirlo), que, si cumplís, seguro que encontrareis que rendís mucho mejor en vuestra vida consciente. ¡Toma nota!
- Si te cuesta conciliar el sueño y llevas más de 20 minutos intentando dormirte, levántate de la cama y haz algo tranquilo y relajado (leer un libro o escuchar música), hasta que se sienta lo suficientemente agotado como para volver a la posición horizontal (y no te obsesiones con el reloj).
- Evitar las pantallas de televisión o de ordenador, antes de ir a dormir, ya que la luz brillante puede dar señales al cerebro de que es el momento de despertar y no de dormir.
- Realizar una actividad relajante antes de acostarnos y no hacer uso de luces brillantes; por ejemplo, es ideal ponerse una pequeña lamparita y coger un libro o un cuadernillo de pasatiempos.
- Evitar las siestas si eres de los que las hacen y tienen problemas para dormir. El cuerpo necesita dormir fraccionadamente lo menos posible.
- Hacer ejercicio diariamente. Si es de los que gastan mucha energía, mejor que mejor; pero, es preferible realizar ejercicio ligero antes que ninguna actividad.
- Evaluar el diseño de tu entorno. Para hablar de calidad en el sueño, debemos tener en cuenta condiciones ambientales como la temperatura de nuestra habitación, su nivel de humedad o de ruido. Usar cortinas opacas, protectores para los ojos, tapones para los oídos, máquinas de «ruido blanco», humidificadores, ventiladores u otros dispositivos, si se necesita para asumir niveles óptimos.
- Dormir en un colchón y almohada cómodos. Puede que nuestro mobiliario destinado al sueño haya cumplido con su expectativa de vida; así que, hay que tener presente que cada 9 o 10 años es necesario renovarlo.
Si tienes problemas graves para dormir, ¡consúltalo con un especialista!
La forma más fácil de evitar todos estos problemas, en el primer lugar, es ser constante con un horario regular. Levantarse a la misma hora todos los días también influye. Esta rectitud es ideal para el correcto funcionamiento de tu cerebro. Evidentemente, si padeces de ciertas alteraciones a las que no puedes hacer frente con estos sencillos trucos, debes acudir a tu médico de cabecera lo antes posible y comentarle la situación. Un profesional podrá ayudarte a identificar la causa de tu problema, y podrá sugerirte otras formas sanas y efectivas (y, seguramente, más severas), para mejorar la calidad de tu sueño. La vida es sueño, por eso mismo, dormir bien, es sinónimo de salud.