Llega un momento en el que, sin darnos cuenta, ya no somos tan jóvenes. En espíritu podemos sentirnos como l@s que más, pero los signos lógicos del envejecimiento, hacen acto de presencia. A ciertas edades, y según el cuidado que hayamos tenido de ella durante todos esos años, la piel acumula pliegues de experiencia y arrugas llenas de recuerdos; manchas, flacidez, etc.
En Cuida’t, sinceramente, creemos que todos esos signos son bellos, pues debería ser un orgullo, para tod@s, mostrar esas líneas de expresión causadas por las sonrisas vividas. Pero, también, entendemos que, a veces, tratar de querer disimularlos para sentirnos mejor y, sobre todo, para disfrutar de una piel sana y bella, es necesario; y por ello decidimos cuidarla y aplicarle ciertos productos y tratamientos que creen ese efecto rejuvenecedor. Hoy, queremos presentaros algunos consejos a la hora de tener cura de vuestra piel, especialmente, en pieles maduras y reivindicar que una mujer que quiere lucir una piel sana, es una mujer que brilla a cualquier edad.
Consejos para cuidar tu piel
Hidratación por dentro y por fuera. A medida que los años pasan el grosor de nuestra epidermis disminuye. La primera capa de nuestra piel es más fina y, por ello, se reseca con más facilidad. El modo de ayudarla a mantenerse igual de jugosa que antes pasa por una hidratación apropiada.
Por un lado, no olvidéis beber muchos líquidos, especialmente agua, y limpiar bien la cara siempre al despertaros y antes de iros a dormir, con agua fría. También podéis añadir a esa rutina la pertinente aplicación de las cremas y sérums hidratantes, tanto de día como de noche, y un masaje facial semanal a base de mascarillas naturales de elementos con propiedades antioxidantes.
Alimentación equilibrada. La piel es un reflejo fiel de cómo nos cuidamos. Una mala alimentación, implica la aportación de toxinas a nuestro organismo que pueden afectarnos mostrando una tonalidad apagada y falta de brillo. Por eso es importante, más con la edad, añadir a nuestra lista de la compra ciertos alimentos ricos en ciertas vitaminas y sustancias que mejoran la elasticidad y luminosidad de la piel:
– Vitamina C. El clan de los cítricos, tomates, espinacas, pimientos, arándanos… Estimulan la producción de colágeno natural de nuestra piel.
– Omega-3. Famosos son el pescado azul, el marisco, los frutos secos o la yema de huevo. Estos ayudan a humectar la piel y a mantenerla hidratada.
– Zinc. Ostras, sardinas, semillas de calabaza… Con ellos mantendrás tu piel más suave.
Tratamientos específicos. Llega una edad en la que la piel empieza a reclamar otras necesidades. Normalmente, es entorno a los 40 cuando empezamos a hablar de pieles más maduras que pierden tono y brillo, pero con la aplicación de los tratamientos apropiados es posible evitar ese retroceso natural y seguir reflejando esa energía que aún podemos proyectar.
¡Mima tu piel! Ahora más que nunca, si ya de por sí la piel empieza a resecarse como hemos dicho, imaginad exponerla a factores que ayudan a envejecerla con mayor rapidez.
En nuestra juventud pensamos poco en las consecuencias futuras que tendrán nuestros actos -y excesos- en ese momento. Pero ahora, llegad@s a este punto, es importante reflexionar y pasar a la acción cuanto antes, sobre todo cuando esos síntomas comiencen a dar efecto. Reducir y evitar cosas como el sol, el tabaco, la cafeína… así como apuntalar esos tratamientos que necesitamos en este momento de vuestra vida, os permitirá apreciar cambios en la piel, en muy poco tiempo.
No hay edad para dejar de cuidarse. Muchas mujeres creen que llega un momento que no merece la pena seguir cuidando su piel, especialmente eso sucede a partir de los 60 aproximadamente, porque notan que las cremas que utilizan ya no hacen el efecto deseado. Pero es un error que hay que evitar.
Lo importante para apreciar esos cambios siempre es saber escoger los productos adecuados para cada etapa. La piel, en el transcurso de la vida, es distinta y no es lo mismo tratar y cuidar una con 20, que con 40 o 60 años. Cada década tiene sus peculiaridades e, inevitablemente, es de lógica hacer uso de los productos que ésta reclama.
No dejéis de preguntar por todo lo que podemos ofreceros desde nuestro centro para conseguir ese resultado. Nuestros productos y, especialmente, tratamientos específicos, os permitirán recuperar todas las características que creéis haber perdido y, además, no dejaréis de aportarle el plus de mimos e hidratación que necesita.