Llegamos a ponernos muy pesados con el tema de la piel en verano, pero debemos recordar que es nuestra mejor herencia y aquello que nos muestra al mundo, por lo que cuidarla como merece es ganar en salud y en belleza. Ahora que es verano, debemos extremar las precauciones y, más que nunca, mimar cada detalle para que se vea radiante tras las exposiciones al sol.
Del mismo modo que nuestro estómago pide comida cuando tiene hambre y la necesidad de comer, nuestra piel clama por una buena hidratación y protección, especialmente en estos meses calurosos (aunque debemos llevar a cabo el cuidado de la piel todo el año).
Hoy, queremos recalcar esa importancia que debe tener cuidar nuestra piel en verano y, específicamente, queremos referirnos a los mimos que debemos dedicarle tras exponerla al sol. La preparación previa es vital, pero a veces olvidamos, tras la ducha, que hemos pasado X horas frente al sol. Sólo cuando volvemos quemad@s a casa nos damos cuenta de nuestro error y aplicamos ese after sun salvador que nos librará de esa sensación calenturienta en nuestra piel. Error. El daño ya está hecho, pero existen ciertos pasos a seguir para minimizar el impacto de los rayos ultravioleta después de exhibir la dermis que nos ayudarán a mimarla y recuperarla.
Pasos para recuperar la piel tras exponerla al sol
Siguiendo estos tres simples pasos ayudaréis en la recuperación y protección de vuestra piel después de haberla expuesto al sol, en una jornada de playa o piscina. Recordad, el reflejo de vuestra piel es equivalente a la salud y belleza que desprende, por lo que ¡CUIDADLA!
1- Exfoliar la piel para mejorar su brillo y firmeza. Es importante utilizar un buen exfoliante para retirar las células muertas que se mantienen en la capa dérmica y estimular, así, la formación de nuevas que reparen el daño causado y eliminen todo rastro de manchas.
2- Nutrir e hidratar utilizando cremas hidratantes. Aunque estos pasos, como decíamos anteriormente, debemos realizarlos durante todo el año; es ahora en verano cuanto mayor tiene que ser la insistencia en ello para lucir una piel radiante. No solo eso. Además de lograr que nuestra piel se vea mejor, también potenciamos sus peculiaridades para disfrutar de un bronceado más duradero y evitaremos la descamación de la piel.
3- Y, finalmente, aunque pueda parecer contradictorio, nunca dejar de usar el protector solar. Después de tomar el sol y exponernos a los rayos del astro rey, vendrán más tomas de contacto con éste. Protegernos de su constante penetración no impedirá que nos bronceemos, sino todo lo contrario, alimentará la base y hará que nuestro bronceado dure más tiempo, dejando la piel suave y evitando su envejecimiento precoz.