El yoga es una disciplina milenaria que se lleva practicando años atrás, pero más que una disciplina, los que lo practican lo consideran un estilo de vida, el cual cuida y fortalece el cuerpo y la mente, y sana el espíritu de los que lo practican para así conseguir el total bienestar. El yoga se practica a través de la realización de las asanas (posturas), la respiración y la meditación.
Pero… ¿Por qué es bueno practicar yoga? ¿Cuáles son sus beneficios más allá de conseguir esa relajación tan deseada por todos? A continuación, os lo explicamos.
- Regula el ritmo cardíaco
El yoga ayuda a regular el ritmo cardíaco. Esto se comprobó a través de un estudio que se realizó a pacientes con el ritmo cardíaco irregular. Estos pacientes asistieron a sesiones de yoga durante unos meses. Practicar la disciplina reguló el ritmo cardíaco de estos pacientes mejorando también la salud física y mental, la vitalidad y disminuyó la depresión y la ansiedad.
- Enseña a respirar correctamente
En la práctica del yoga es muy importante la respiración para realizar cualquier tipo de ejercicios correctamente. Nuestra respiración abdominal incrementa la oxigenación de las células. Si combinamos las asanas con una correcta respiración mejora la circulación de la sangre y, además, si respiramos de manera profunda y a un ritmo tranquilo y pausado, equilibramos el sistema nervioso.
- Más flexibilidad
La capacidad de tener más flexibilidad es el primer cambio notorio al practicar yoga. Este cambio es importante para nuestro cuerpo, ya que lo hace un poco más inmune a las lesiones. Cuando aumenta nuestra flexibilidad, disminuyen los dolores musculares y las tensiones de nuestro cuerpo. Al tener más flexibilidad es importante que al realizar los ejercicios intentemos mantener más tiempo las asanas para continuar con una progresión positiva para el cuerpo.
- Mejora el equilibrio
La clave fundamental para mejorar el equilibrio es concentrarse y ejercitar la conciencia sobre nuestro cuerpo. En cada postura que se realiza es importante mantener una buena alineación y concentrarse en las sensaciones que produce cada asana. De esta manera, cada vez habrá que realizar asanas con un cierto nivel de equilibrio más alto que la postura anterior. Así, poco a poco, notamos el aumento de equilibrio en nuestro cuerpo y la capacidad de realizar las posturas más fácil y rápidamente.
- Más resistencia en el sistema inmunológico
El yoga reduce el nivel de cortisol. Tener el cortisol elevado puede provocar cambios en nuestro cuerpo y en nuestra mente como pueden ser un aumento de peso, cambios de humor o problemas de sueño, e incluso, cambios en el sistema inmunológico. Con la práctica del yoga aumentamos nuestra resistencia a infecciones y/o enfermedades próximas.
- Músculos y huesos mucho más fuertes
El yoga nos ayuda a fortalecer los músculos y a reforzar los huesos. Evita que se acumule ácido láctico en nuestro cuerpo y además ayuda a frenar la pérdida de masa ósea. Además, y algo muy importante, ayuda en la salud de la columna vertebral, reforzándola y obteniendo los nutrientes necesarios.
Estos son algunos de los muchos beneficios que nos aporta el yoga a nuestro cuerpo; no dejéis de probarlo si todavía no es una práctica fija en vuestra rutina y disfrutad, también, de la perfección espiritual que, además, nos ayuda a alcanzar. ¡Namaste!