Ahora que nos toca enseñarlos, a tod@s nos gustaría tener los pies bonitos y cuidados que merecemos. No obstante, suele ocurrir que, al no prestarles la debida atención durante los meses de invierno, cuando llega el verano, puede ser demasiado tarde. Como la gran mayoría de cosas que se suceden en esta vida, sin constancia, voluntad y dedicación, no lograremos conseguir los resultados que esperamos. En el cuidado de nuestros pies, pasa exactamente lo mismo. Sino hacemos caso a las demandas de éstos durante todo el año, llegado el momento de tener que sacarlos a relucir, nos encontraremos con más problemas de los imaginados.
Acudir a centros especializados, como Cuida’t, donde velamos por cada detalle de vuestra salud en estética y belleza, puede ser una solución. Pero, si no disponéis de tiempo, o queréis alternar varias opciones, desde esta nueva entrada en nuestro blog, hoy os animamos a haceros vuestro propio tratamiento de pedicura en casa, y os descubrimos los secretos, paso a paso, para que no olvidéis nada y podáis lucir los pies que queréis durante el verano, sobre esas sandalias nuevas que estáis deseando estrenar.
Incluir el cuidado de nuestros pies en toda rutina de belleza es fundamental. Aunque queden olvidados porque se encuentran en el extremo opuesto de nuestro cuerpo, son una parte muy importante de éste por la que debemos velar, no sólo por estética, sino por salud. Durezas, callosidades, uñas encarnadas… Sin el trato meritorio de estas “enfermedades”, todas ellas pueden derivar en consecuencias más graves que causen malformaciones o problemas a la hora de caminar.
Tu pedicura casera ¡profesional!
Así pues, a continuación, os presentamos los sencillos pasos que necesitáis seguir para realizar vuestra propia pedicura casera y lucir los pies de revista que siempre habéis querido, con una apariencia bonita y, totalmente, sanos.
- Pies en remojo
Antes de empezar, ponemos los pies en remojo. Los introducimos en un recipiente con agua (preferiblemente templada), a la que podemos añadir sales y aceites esenciales.
- Exfoliación
El siguiente paso es exfoliar los pies con suavidad utilizando algún producto específico para el cuerpo, si disponéis de él, o creando vuestros propios exfoliantes caseros. Cuando lo apliquéis, masajead la zona de forma circular, prestando especial atención a la parte posterior: los talones. Tras certificar que hemos hecho la exfoliación como merece, eliminamos los restos del producto con agua.
- Cepillar la zona de las uñas
Haceros con un cepillo específico para éstas (no lo intentéis con cualquiera) y frotad con suavidad la zona para eliminar los restos de suciedad que suelen acumularse en ellas, así como las células muertas de la piel de alrededor.
- Uñas listas
Es momento de arreglar las uñas. Con las tijeras, o un cortaúñas, recortadlas y limadlas para terminar de pulirlas. Es importante que recordéis dar la forma apropiada para que no os hagan daño cuando crezcan de nuevo.
- Adiós cutículas
Para retirar esas pieles sobrantes y hacerlo lo más cómodamente posible, os recomendamos volver a meter los pies en remojo con agua templada durante unos minutos, y lograr así que las cutículas se ablanden para retirarlas con mayor efectividad. Para hacerlo podéis usar un palito de naranjo.
- Eliminar durezas y callosidades
Haciendo uso de las herramientas precisas: piedra pómez, cortacallos… Limad bien las durezas y callosidades, poniendo especial cuidado a no haceros daño. Prestad atención especial a la zona de los talones, pues suele ser la más conflictiva. Y en caso de tener muchos problemas, entonces sí, acudid a un especialista que se encargue de ello con la profesionalidad que le precede.
- Hidratación
Finalmente, para terminar con nuestra pedicura en casa, paso a paso, aplicad crema hidratante para pies y aprovechad para daros otro masaje relajante mientras ésta penetra y nutre la piel.