El acné es una de las tantas afecciones de la piel que, a lo largo de nuestra vida, en menor o mayor medida, sufrimos hombres y mujeres de todo el mundo. Más presente en la adolescencia que en cualquier otra etapa de la vida, la molestia que causa padecer acné ha llevado a expertos y especialistas a buscar distintas alternativas de tratamiento para mitigar y hacer desaparecer sus efectos.
En Cuida’t, fieles defensor@s de la salud de la piel, sabemos de todas las consecuencias negativas que afectan a la imagen y autoestima de todos aquellos quienes padecen acné. Porque queremos ayudaros, en nuestro centro os ofrecemos tratamientos y soluciones a vuestro alcance. Pero, si queréis poner vuestro granito de arena y velar por el bienestar de vuestra piel desde casa, hoy, en esta nueva entrada de nuestro blog, repasamos algunos de los trucos, consejos y remedios existentes para tratar esta afección tan común del rostro.
Lo que debes saber sobre el acné
Normalmente, el acné aparece en la pubertad, asociado a los numerosos cambios hormonales que sufrimos tanto hombres como mujeres. Su aparición va ligada, precisamente, a ese factor genético, por lo tanto, no todos afrontaremos que en nuestro rostro aparezcan estos pequeños granitos. De la misma forma, su desaparición puede llevarse a cabo de un momento a otro, o mantenerse a lo largo del tiempo, como decíamos, de acuerdo al comportamiento hormonal de cada persona. En base a ello, el tratamiento que requiere cada piel dependerá de un estudio y análisis profundo para determinar las claves que acaben con él. Tampoco es lo mismo tratar el acné en una piel joven que en otra más madura.
Higiene: clave para reducir los efectos negativos
Muchas veces hemos hablado de la importancia de las rutinas de higiene que debemos aplicar para mantener nuestra piel sana y saludable. Cuando sufrimos acné, la utilización de productos de limpieza específicos para la piel con acné durante la mañana y la noche, debe tomarse seriamente en cuenta para frenar el avance de éste y trabajar en su eliminación.
El consejo más destacado que debéis tener presente es que éstos sean libres de detergente para no resecar la piel y evitar el aumento de la grasa en la epidermis. El objetivo final que buscamos para tratar el acné es evitar una sobreinfección de la piel.
Esta misma recomendación conviene tomarla a la hora de realizar un tratamiento contra el acné. La clave está en que, sea como sea, el tratamiento esté libre de grasa y que se oriente al tipo de acné que predomine en la piel: puntos negros, espinillas, irritación, resequedad, etc. Es importante acompañar los tratamientos -tópicos u orales- con ácido retinoico, elemento fundamental que podemos hallar en las cremas hidratantes. Existen productos especialmente diseñados para ese fin y para acabar con la resequedad en la piel que se origina a causa del acné y la lucha por su eliminación. La idea es aplicarlos de forma complementaria a los productos propios del tratamiento, de manera que limpien el acné de la piel y logren un nivel de hidratación óptimo.
Paciencia, la madre de esta ciencia
Puede resultar difícil, más porque ante la situación, a todos nos desespera y nos frustra el no poder hacer nada. Aunque nos encontremos en pleno tratamiento, debemos entender que necesita su tiempo y que, nosotros mismos, debemos colaborar para no empeorar el estado y la evolución de nuestro acné. Es extremadamente importante evitar manipular las lesiones para una pronta y oportuna recuperación. No rascarse, no apretar ni frotar la zona dañada… Pequeños gestos que pueden contribuir a que la infección se extienda y la recuperación sea mucho más difícil.
El acné es un problema de salud epidérmico que debe tratarse con paciencia y productos adecuados. Si velamos por ella ganaremos a uno de nuestros mejores aliados para recuperar la salud de nuestra piel.