Después de la eterna juventud, éste suele ser uno de los deseos más profundos de la mayoría. Quizás éste y comer sin engordar jajaja. Pero más allá de lo llamativo del título de este nuevo post en nuestro blog, Cuida’t Sabadell; la verdad es que debemos ser conscientes de la importancia del descanso nocturno para recuperar fuerzas y permitir que nuestro organismo sea capaz de ofrecer un buen rendimiento al día siguiente. Según los expertos, se recomienda dormir entre siete y diez horas, aunque, sinceramente, a veces la tarea se complica un poco, ya sea tanto por la cantidad como por la calidad del sueño.
¿Por qué dormir 8 horas?
De entre esas siete y diez horas que recomiendan los especialistas, se han establecido como término medio unas ocho horas diarias de descanso. Esto no significa que deba ser así y que no haya personas que necesiten mayor, o menor, cantidad de minutos para reponerse.
Dormir, pero, en definitiva, es necesario y primordial. No conciliar las horas de sueño indispensables puede presentar varios problemas y generar déficits en nuestro organismo. Por ejemplo, la falta de descanso afecta negativamente la función cerebral, las hormonas y el azúcar en sangre.
No dormir correctamente tiene incidencia, también, en nuestra piel y en hacer que ésta envejezca más rápido. Tampoco queremos decir que por dormir 24 horas seguidas logremos volver atrás en el tiempo y lucir una piel de bebé; pero recordad que es importante tener en mente esa cifra de siete u ocho horas.
Por eso, y porque, se ha demostrado que dormir las horas oportunas y necesarias que reclama nuestro cuerpo ayudan en la pérdida de grasa corporal; hoy os presentamos las claves determinantes que nos hacen falta para lograr ese sueño profundo y conciliador y, ya de paso, que nos permitan perder un poquito de volumen mientras descansamos, así como todos esos múltiples beneficios que nos aporta el dormir.
Trucos para descansar y dormir mejor
- Ducha antes de dormir
Especialmente, si nos duchamos con agua caliente o tibia. Una temperatura corporal idónea mejora los hábitos del sueño, ya que nuestros relojes internos se sincronizan y eso favorece a disfrutar de un sueño óptimo.
- Hacer ejercicio
El ejercicio siempre es beneficioso para el cuerpo. En cuanto a lo relativo al sueño, hacer deporte, lógicamente, provoca un desgaste de energías que, al final del día, nuestro organismo reclama y, por lo tanto, mejora la calidad del sueño. Lo único recomendable y a tener en cuenta es que lo hagáis cuanto antes mejor. Es decir, es preferible entrenar por la mañana, de manera que nos activemos y empecemos el día con ganas, que por la tarde-noche. Los estudios han demostrado que ello conlleva la alteración del descanso al realizar una actividad estimulante.
- Dormir en el dormitorio
¿Dónde si no? Pues son muchas las personas que se despiertan de madrugada abandonadas en el sofá o el sillón. Debemos cuidar nuestro lugar de descanso. El ritmo circadiano de nuestro cuerpo se ajusta a múltiples factores que contribuyen a ello. Aseguraros de reposar en un ambiente tranquilo, oscuro, sin elementos que nos distraigan de lo que debemos hacer en la cama: dormir.
- Estimulantes antes de dormir: ¡No!
Hablamos, principalmente, de ese café o té que nos tomamos a última hora de la noche. Mención aparte merecerían las bebidas alcohólicas, pero supondremos que, por norma, no nos tomamos un cóctel antes de dormir un martes cualquiera.
Se ha demostrado que la cafeína y la teína que contienen esas bebidas deben evitarse antes de acostarnos, ya que estas sustancias afectan los patrones del sueño al tener unos efectos estimulantes que pueden permanecer entre cinco y seis horas en nuestro organismo.