A la hora de velar por mantener nuestro rostro bello y, nunca olvidar, en las mejores condiciones saludables; es importante llevar a cabo los procesos de limpieza efectivos que ésta necesita, además de cuidarla utilizando maquillaje de buena calidad y realizar exfoliaciones en el cutis de forma regular. Gracias a respetar esa rutina facial que nos ayude a tener cura de nuestro rostro, lograremos, no solamente eliminar las células muertas que se acumulan y que debemos retirar, sino, también, prevenir la aparición de granos y espinillas, y mejorar la textura general de nuestra piel para que esté más suave. Otro de los puntos más importantes en los que todo ello ayuda, es que con la debida limpieza y exfoliación del rostro aumentamos la absorción de los beneficios de las cremas que aplicamos con posterioridad, permitiendo que los nutrientes y propiedades de éstas actúen como es debido, ya que la piel exfoliada respira mejor.
Hablamos mucho de la importancia de los tratamientos faciales, pues el rostro es una de las zonas más delicadas y de mayor visibilidad de nuestro cuerpo, por ello, hoy en este nuevo artículo en nuestro blog, queremos acercaros algunos de los tips más destacables para una correcta exfoliación. Factores como la regularidad de su realización, la humectación o la forma de exfoliar bien el rostro, dependiendo de la zona a trabajar, influirán en ello. Por eso, os contamos cuáles son algunos de estos trucos para una buena exfoliación, que os ayudarán a lucir una piel sana, fresca y natural. Siempre, si no queréis acudir a un centro especializado de forma recurrente, podéis hacerlas en casa con productos naturales, pero es importante seguir las pautas que dictan los especialistas y, de vez en cuando, sí permitir que sean ell@s quienes la realicen.
Trucos para una buena exfoliación
Los distintos aspectos que se deben tomar en cuenta a la hora de llevar a cabo una correcta exfoliación son:
- Humectación previa
Antes de proceder a realizar la exfoliación, es recomendable humedecer el rostro. Lo mejor es hacerlo con agua tibia. El vapor del agua caliente favorece el proceso a través del cual los poros se abren, por lo tanto, son más receptivos a la hora de proyectar los beneficios de la exfoliación.
- Exfoliante
Además de mirar por hacernos con el producto que mejor se adapte a las necesidades de nuestro tipo de piel, os recordamos que, llegado el momento de aplicar la crema exfoliante, no es necesario abusar de ella. Aplicar una capa más gruesa no implica realizar mejor el procedimiento, la clave está en aplicarla de forma ascendente, con movimientos circulares. Si queréis que cumpla bien con su función, dejad que el exfoliante actúe unos 10-20 minutos, aproximadamente, para que el producto llegue bien a cada poro de la epidermis.
- Atacar bien las zonas
Nuestro rostro, como nuestro cuerpo, tiene zonas donde la piel es más delicada, más gruesa, rincones donde acumula más grasa, etc. Es, precisamente, en esos lugares, en los que hay que prestar especial atención a la hora de realizar la exfoliación. Por ejemplo, el contorno de los ojos, sería una zona en la que tenemos que evitar la exfoliación, por tener una piel mucho más fina y sensible, mientras que en nariz, frente o mentón podemos ser más incisivos.
- Regularidad
Si queremos obtener buenos resultados y que nuestra piel luzca como le corresponde, os recomendamos realizar una exfoliación, al menos, una vez a la semana. Como decíamos, cuidando la piel con frecuencia, conseguiremos prepararla mejor para recibir los aportes de las cremas, maquillajes y demás productos que utilicemos, logrando siempre un resultado final más satisfactorio.
- Enjuagar el rostro
A veces no se lleva a cabo una correcta eliminación de los restos del exfoliante y, es conveniente, para que surja efecto. Utilizad algodones húmedos o, directamente, agua tibia para el enjuague y, al finalizar, cerrad los poros con un poco de agua fría.
Si los ponéis en práctica veréis que, con estos trucos, obtendréis mejores resultados en vuestras exfoliaciones y, consecuentemente, en los distintos procedimientos de vuestra rutina facial que realicéis para potenciar, todavía más, esa belleza que ya os acompaña día a día. Recordad, pero, que el equilibrio para sentirnos así está, no sólo en mantener la belleza exterior y el cuidado del cuerpo, para más salud y una mejor estética; sino en la confianza y seguridad en una misma. Nos vemos en nuestra próxima publicación, aquí en el blog de Cuida’t.