Nuestra piel es nuestra primera carta de presentación. Velar por su aspecto y, sobre todo, por su salud, debe ser primordial en nuestra rutina diaria. A veces, descuidamos ese factor fundamental y nos olvidamos de las urgencias que ésta reclama. Por un lado, porque hacerlo requiere de voluntad y constancia por realizar los diferentes tratamientos que nuestro tipo de piel necesite. Y, por otro, porque debemos gastar dinero en ello, comprando los productos oportunos, realizándonos los tratamientos pertinentes…
En el primer caso, no podemos hacer nada y todo depende de vuestras ganas. En este segundo, en cambio, sí tenemos medidas para mitigar el gasto económico que supone y no invertir fortunas para mantener nuestra piel joven y fresca. Si bien siempre es recomendable confiar en productos de calidad, como una buena crema hidratante y nutritiva, existen remedios caseros muy útiles y con resultados satisfactorios, que pueden ayudarnos, de igual forma, a mantener nuestra piel saludable, gracias a las propiedades de éstos, sin necesidad de pagar de más.
A continuación, os dejamos algunos productos que podéis crear en casa, que os ayudarán a disfrutar de lucir una piel siempre en buen estado de salud.
¡Haz tus mascarillas caseras!
Algunas opciones que podéis contemplar en casa para haceros vuestras propias mascarillas y ahorrar en cosmética, mientras seguís cuidando de vuestra piel son:
- Mascarilla de plátano
Para disfrutar de una crema hidratante súper fácil y muy nutritiva. Retirad la carne interior de la cáscara del plátano (o banana), y aplicárosla sobre el rostro. Después de 15 minutos, aproximadamente, enjuagad.
Otras cáscaras de frutas y verduras como las de cítricos (naranjas, limones, pomelos…), la piña o el aguacate, pueden utilizarse de forma similar a las del plátano. Unas tienen propiedades astringentes mientras que las otras nos ayudan a iluminar la piel al instante, o dar frescura a tu tez, respectivamente.
- Mascarilla de café
El café es usado en muchos centros especializados como producto estrella de algunos de los tratamientos más exóticos y sofisticados con resultados excepcionales. En este caso, en Cuida’t, por ejemplo, podéis encontrar nuestro tratamiento de cafeterapia.
Esta planta, sus granos molidos, constituyen un excepcional exfoliante facial y corporal. Eliminan las células muertas de la piel con una delicadeza extraordinaria y refuerzan y cierran los poros, con resultados increíblemente suaves.
- Mascarilla de miel
Una mascarilla idea para tod@s aquell@s que habéis abusado este verano de los rayos del sol. Mezclad dos cucharadas de miel con dos cucharadas de harina. A la masa, agregad entre dos y tres cucharadas de leche hasta que obtengáis una pasta más diluida, con una consistencia parecida a la de la pasta de dientes. Aplicárosla por toda la cara y dejadla actuar durante 30 minutos, aproximadamente. Pasado el tiempo de acción, podéis retirar los restos con agua tibia y secar el rostro suavemente.
Si es preciso, repetid esta mascarilla entre dos y tres veces por semana en caso de que vuestra piel lo necesite.
- Mascarilla de rosas
No es casualidad que el extracto de rosas se haya convertido en uno de los compuestos más utilizados y apreciados de la cosmética moderna. Las rosas tienen cuantiosas propiedades que devuelven vida, suavidad y juventud a la piel, sin necesidad de recurrir a costosos tratamientos y químicos. Para disfrutar de esta mascarilla en casa, triturad pétalos de unas cuantas rosas frescas (si los pétalos están secos, no obtendremos resultado alguno) hasta que obtengáis la consistencia de una pasta uniforme. Aplicadla sobre la piel y dejad que actúe durante cinco minutos. Os garantizamos una piel fresca, suave y con un inigualable olor (a rosas, como no xD).
- Un tónico reafirmante, avinagrado
Hemos visto ideas para que elaboréis vuestras propias mascarillas. Para limpiar la piel y disminuir los poros, otro producto indispensable y muy recurrente en toda rutina facial son los tónicos.
Una forma de obtener uno de forma simple y natural es mezclando una cucharada de vinagre de manzana con una de agua recién hervida. Apenas la mezcla esté lo suficientemente fría, la aplicamos sobre la piel con la ayuda de un algodón, evitando el área de los ojos.