Con mucha emoción preparamos y dejamos todo listo para irnos de vacaciones: el lugar que visitaremos, el hotel donde nos hospedaremos, las excursiones que realizaremos, la ropa que luciremos, las guías y mapas con las que descubriremos nuevos rincones… Lo que sucede, pero, es que a veces olvidamos una de las partes del cuerpo que más trabajará durante esos días: la piel. Expuesta al sol (de la playa o de la montaña), a un posible clima distinto, quizás, a un mayor grado de contaminación (si visitamos alguna de las grandes ciudades urbanas), etc.; además, de exponerla a muchas horas de desatención mientras nos encontremos visitando, a trasnochar y madrugar… No está de más, sabiendo todo esto, velar por ella y cuidarla para que luzca radiante y lista en esos días, protegiéndola del sol, el mar, el cloro de las piscinas o cualquier otra agresión a las que podamos exponerla durante las vacaciones.
En este nuevo artículo de nuestro blog, Cuida’t, hoy queremos acercaros algunos trucos y productos con los que ponerla a punto para disfrutar de las merecidas vacaciones, recordando que, aún y encontraros lejos de casa, no deberíais perder vuestras rutinas faciales y corporales (aunque también sabemos que, en ese corto espacio de tiempo, resulta difícil, a veces).
Trucos para poner tu piel a punto en vacaciones
- Exfoliación
Una de las principales reglas a la hora de mantener la piel sana, y que ésta aproveche todos los hidratantes que contienen los productos que aplicamos sobre ella, es retirar las células muertas que se acumulan, exfoliándola. Además, es un paso imprescindible si queremos obtener un bronceado uniforme. No olvidéis llevaros algún exfoliante en vuestro neceser en estas vacaciones.
- Hidratación
Una piel bien hidratada luce en buen estado. Sobre todo, porque durante estos días aprovechamos para tomar el sol y excedernos con la exposición a sus rayos UVA, es fundamental aplicar cremas que realicen esta función y eviten acelerar los procesos de envejecimiento prematuro, descamaciones, etc. Cada vez que os deis un baño, una ducha, al levantaros y antes de dormir, aplicad productos hidratantes que calmen y nutran vuestra piel.
- Alimentación
Frases como “somos lo que comemos”, o “reflejamos por fuera como cuidamos nuestro interior”, son un claro ejemplo de cómo debemos recordar que el aspecto y la salud de nuestra piel dependen de los nutrientes que absorbemos al comer. Cuidad cómo os alimentáis en estos días, especialmente, porque solemos excedernos al romper con la rutina, y aprovechad el calor para consumir alimentos refrescantes y ligeros que tanto bien hacen a nuestro organismo y a nuestra piel (frutos rojos, aceite de oliva, yogur, agua…), y otros que ayudan a potenciar el bronceado (zanahorias, tomates, naranjas, té verde…).
- Suplementos
Hablaríamos de la nutricosmética que nos ayuda a dar un plus a las carencias que muestra nuestro organismo para reforzar nuestro cabello, la falta vitamínica o, por ejemplo, preparar la piel para el sol. Su consumo no debe ser abusivo y suplir otras rutinas -como las que hemos mencionado anteriormente- que deben encontrarse en nuestro día a día. Son, simplemente, un empujón de sustancias «extra», que nos ayudan.
- Protección
Este tip iría enfocado, más que a preparar la piel, a cuidar de ella, especialmente, en una situación concreta. Nunca está de más recordar esta consigna para protegernos del sol y no olvidar que aplicar un protector SPF no impide que nos pongamos morenos. Más allá de la cuestión estética y de vernos bien gracias a un toque de bronceado, tomar el sol es indispensable para nuestras funciones vitales (vitamina D). No considerar las medidas de precaución oportunas supone una amenaza contra nuestra salud (cáncer de piel). Así que no salgáis de casa sin vuestros protectores solares, sombrillas, gorros/sombreros y gafas de sol.