Quizás uno de los productos más olvidados e incomprendidos de la rutina de limpieza facial que deberíamos tener en mente. Y es que, todxs sabemos qué es el tónico y su uso, pero en la mayoría de los casos, lo descalificamos del podio de productos estrella a utilizar y, por consiguiente, no lo utilizamos con la frecuencia que deberíamos hacerlo, ya que es imprescindible para la piel.
Como nos hemos percatado que muchxs de lxs que acudís a nuestro centro lo hacéis con desconocimiento, respecto al tónico, y queremos que comencéis a reintroducirlo en vuestra rutina para complementarla como es debido; hoy, en esta nueva entrada en nuestro blog, Cuida’t, vamos a dejaros unos pequeños apuntes sobre él y la importancia que tiene en el cuidado y mimo de nuestra piel para que luzca sana y radiante.
¿Realmente el tónico marca la diferencia?
Sinceramente, sí. Se nota qué pieles lo usan con frecuencia y cuales no. Este producto está pensado, principalmente, para reequilibrar el pH de la piel, tras el uso de productos más “agresivos” como desmaquillantes y limpiadores (especialmente, según el tipo de producto que elijáis), preparándola para los tratamientos posteriores.
El tónico nos ayuda a que la piel aproveche mucho mejor los beneficios del sérum y la crema hidratante, que aplicaremos -posteriormente- como paso lógico de nuestra rutina facial, eliminando los posibles restos de suciedad y del propio limpiador, además de refrescar el rostro. Entre los muchos beneficios que esto propicia estan el aumento del riego sanguíneo, o que revitaliza y rejuvenece los tejidos. Además, cuando hablamos de su uso en pieles grasas, el tónico regula el sebo y cierra los poros, retirando el exceso de grasa y brillo, mientras que en las pieles sensibles reduce el enrojecimiento y la irritación gracias a su efecto calmante.
Como véis, pues, el uso de tónico en una buena rutina de limpieza no puede faltar. Y no sólo es óptimo para mujeres, también es un gran aliado de los hombres, deviniendo un estupendo sustituto del after shave, ya que es mucho menos “dañino” para la piel.
Propiedades y usos del tónico
Para terminar de esclarecer las funciones del tónico y recordaros sus propiedades, de manera que, a partir de ahora lo utilicéis más a menudo; lo que debemos tener claro es cuándo hay que aplicarlo en nuestra rutina, cúal es su posición.
Tras llegar a casa, después de un día exhausto, el primer paso que vamos a realizar es desmaquillarnos y limpiar nuestro rostro. Justo después de éste, es cuando debe aplicarse el tónico. Y no hay que confundir tónico con agua micelar. Por su apariencia, a veces, muchxs clientxs nos preguntan si son iguales y, por tanto, pueden usar uno u otro, en lugar de ambos. La respuesta es no. Aunque, ciertamente, tienen una apariencia similar, el agua micelar no es un sustituto del tónico, ya que realiza otra función diferente. En este caso, el agua micelar limpia y desmaquilla (lo que vendría siendo un producto esencial a tener en cuenta en el primer paso), y el tónico (segundo paso) se aplica después para eliminar restos y preparar la piel para los posteriores pasos: el sérum y la crema hidratante.
Podemos aplicar tónico a nuestra piel un par de veces al día, en la rutina de mañana y en la de noche. Además, si lo creéis conveniente, como hemos dicho antes, también podéis usarlo a medio día para refrescaros y mantener el rostro libre de las impurezas que se acumulan.
Para aplicar el producto en sí, la opción más habitual es usar un disco de algodón, empaparlo con el tónico ligeramente y, ya sobre la piel, dar suaves toquecitos o extenderlo en movimientos circulares. Si no queréis utilizar el algodón, podéis aplicarlo con las manos, sin frotar, dando toques suaves con los dedos. Algunas marcas, incluso, han diseñado su tónico en formato spray, lo que permite aplicarlo directamente sobre la piel, a modo de bruma.
Una vez aplicado, ya sólo tenemos que esperar a que se seque y seguir con nuestra rutina, utilizando el siguiente producto que corresponda (sérum, crema…).
No olvidéis que todos los productos de belleza y de rutina facial tienen varias opciones que se adecuan a las necesidades de la piel de cada persona, por esa razón hay tónicos diferentes, destinados a cubrir esas necesidades concretas de cada tipo de piel. Conociendo las especificaciones que precisa la tuya, debes elegir el tónico que más se ajuste a ellas.
Entre las distintas tipologías de tónicos que podemos encontrar observamos las siguientes:
- Para piel seca. Debe ser humectante, ya que debe hidratar a la vez que revitalizar. También es adecuado que tenga propiedades exfoliantes.
- Para piel sensible. Es conveniente que contenga ingredientes puros y sencillos, para reducir el enrojecimiento. No debe contener alcohol.
- Para piel mixta. Usaremos un tónico que encuentre el equilibrio en el nivel de sebo en la piel para disfrutar de mayor hidratación.
- Para piel grasa. Los mejores tónicos para este tipo de piel son los tónicos ligeros y astringentes, que sequen los posibles granos y regulen el sebo de la piel.
Y hasta aquí nuestro post de hoy sobre los tónicos. Esperamos que con él hayáis terminado de disipar algunas de vuestras dudas y apreciar lo importante que es llevar a cabo este paso en una rutina de limpieza facial completa. Hay tónicos pensados para resolver cualquier problema en la piel, así que lo único que debes hacer es elegir el tuyo.
¡Hasta pronto!