Tiende a tomar forma la necesidad de seguir unas pautas alimenticias estrictas, más en esta época, con las vacaciones. O bien nos encontramos ultimando los detalles de nuestra particular operación bikini, o ya hemos disfrutado de esos días y ahora, con la vuelta a la rutina, toca recuperar los excesos que, seguro -y con todo derecho- nos hemos permitido. Las dietas se ponen al orden del día y son muchas las opciones que tenemos para escoger la que mejor se adapta a nuestras necesidades.
Una de ellas son las dietas fitness, diseñadas para permitir al organismo obtener los nutrientes necesarios combinados con la práctica deportiva regular. Ninguna dieta sirve para todas las personas, por ello cada cual tiene sus particularidades y sus características. Diseñar la que mejor se adecua a las nuestras es importante. ¿Queréis saber qué componentes podemos tomar en cuenta para elaborar vuestra propia dieta fitness y tomar nota de algunos consejos? Hoy, desde este nuevo artículo en nuestro blog, como nutricionistas especialistas en alimentación deportiva que somos en Cuida’t, os desvelamos algunos secretos sobre ello.
Qué son las dietas fitness
Como cualquier dieta, las dietas fitness no suponen una limitación en el tipo de alimentos que consumimos, sino una proporción acorde a las necesidades de los objetivos que con éstas queremos conseguir. En este caso concreto, un aspecto saludable y al mismo tiempo que os permita mantener el tono muscular. El objetivo principal de una dieta fitness -para mujeres- debe centrarse en el consumo de alimentos naturales, evitando el exceso de azúcar, edulcorantes artificiales, conservantes, granos refinados y grasas trans.
Propiedades y consejos
En este tipo de alimentación para ser más fitness se consumen más proteínas que la media de lo considerado “necesario” para el resto de personas, aunque no de una forma exagerada. Y es que el cuerpo solamente asimila una cierta cantidad de proteínas en cada comida, por lo que no se pueden guardar para más adelante.
Si sois chicas dedicadas a ello y recurrís, bajo supervisión nutricional, a estas dietas, una de las cosas que debéis tener en cuenta es que no tenéis que considerar una dieta que ponga un macronutriente por encima de otro, sino que devenga una forma de consumo equilibrado para que el organismo pueda obtener, en todo momento, los nutrientes indispensables y necesarios para llevar a cabo los procesos vitales. Proteínas magras, como las que encontramos en alimentos como el atún, la clara de huevo, las pechugas de pollo y/o la carne magra, suelen estar incluidas dentro de éstas.
Además, las fuentes de carbohidratos son muy recomendables e incluyen la ingesta de éstas a través de la avena, el arroz integral, los panes integrales germinados o la quinoa. Vegetales y frutas acaban de redondear el aporte de nutrientes necesarios para el desarrollo de la musculatura y, a su vez, dar el aspecto saludable y resistente que son indispensables para realizar, después, la actividad física pertinente.
Por lo que a bebidas se refiere, el agua, lógicamente, es la más recomendable para mantener los niveles de hidratación. En contrapartida, todos aquellos líquidos y bebidas carbonatadas o con azúcares, y el alcohol, deben obviarse, completamente, más para aquellas chicas fitness que afronten competiciones deportivas, pues su ingesta genera retención de líquidos.
Estas son algunas consideraciones a tener en cuenta para una dieta fitness bien aplicada. Recordad, pero, que siempre debéis consultar el diseño de vuestra alimentación a un nutricionista especialista, que estudie vuestro caso y determine, con exactitud, las necesidades de vuestro organismo para ofrecerle al cuerpo los nutrientes necesarios para el consumo energético que le exigís.